Todo lo que debes saber sobre el mantenimiento de una piscina

Mantener la calidad del agua en óptimas condiciones es uno de los objetivos principales al poseer o gestionar una piscina, ya sea para uso particular o público. Un proceso de cuidado constante evita problemas de salud, incrementa la durabilidad de los equipos de la piscina y garantiza una experiencia placentera para los bañistas.

El mantenimiento adecuado implica no solo controlar el ph de la piscina, sino también revisar el sistema de filtración, aplicar productos químicos con precaución y mantener limpias las paredes y el fondo. Además, se deben llevar a cabo labores de puesta a punto periódicas y velar porque todas las partes funcionen correctamente. A continuación, te explicaremos los pasos fundamentales para conservar el agua de la piscina limpia y segura, incluyendo la forma de comprobar el ph, ajustar el nivel de cloro, realizar un tratamiento de choque cuando sea necesario, y otras recomendaciones útiles para prolongar la vida útil de tu instalación.

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Comprender la importancia de los niveles de pH en la piscina

Cuando hablamos del ph del agua, nos referimos a su acidez o alcalinidad. En el caso de las piscinas, el valor ideal se sitúa entre 7,2 y 7,6 en la escala de pH, pues dentro de este rango se maximiza la acción de los desinfectantes y se previenen irritaciones en la piel y en los ojos de los bañistas. De igual forma, un pH fuera de los niveles recomendados puede causar daños en las superficies o en los accesorios metálicos.

Para comprobar el ph, existen kits de prueba manuales y dispositivos digitales que permiten obtener lecturas precisas. Ajustar el ph de la piscina se logra mediante la adición de productos específicos, ya sea para aumentar la alcalinidad (cuando el valor es demasiado bajo) o para reducirla (cuando el valor excede el límite superior). Mantener un equilibrio en el ph del agua no solo mejora la eficacia de los desinfectantes, sino que también evita la formación de incrustaciones o la corrosión de elementos vitales, como el sistema de filtración.

Controlar el nivel de cloro y otros desinfectantes

El nivel de cloro juega un papel central en la desinfección del agua. Por lo general, se recomienda que se mantenga en torno a 1 y 3 partes por millón (ppm) para garantizar una protección adecuada frente a microorganismos. Si el cloro es insuficiente, proliferarán bacterias y algas; si es excesivo, puede generar irritaciones en la piel y un olor desagradable.

En casos de proliferación intensa de algas o contaminaciones puntuales, se suele recurrir a un tratamiento de choque, el cual incrementa de forma temporal el cloro u otro desinfectante, como el oxígeno activo, para eliminar cualquier agente nocivo de manera rápida. Es importante, sin embargo, no sobrepasar las dosis recomendadas y esperar el tiempo indicado antes de permitir el uso de la piscina. Todo esto se combina con el seguimiento estricto de los niveles de ph, ya que un pH fuera de rango reduce la eficacia de los desinfectantes.

La relevancia de un buen sistema de filtración

Una de las bases fundamentales para mantener limpia el agua de la piscina es disponer de un sistema de filtración que funcione de manera eficiente. Dicho sistema se encarga de depurar el agua al retener partículas y sedimentos que, de no eliminarse, podrían enturbiarla o propiciar el crecimiento de bacterias y algas. Revisar con frecuencia el estado de la bomba y del filtro asegura que funcionen correctamente, ayudando a una circulación adecuada del agua.

De igual modo, es aconsejable limpiar el filtro periódicamente, eliminando los residuos que se acumulan. Con un filtro saturado, la capacidad de depuración disminuye, y el agua se ensucia con mayor rapidez. También es vital verificar que no haya fugas o problemas en las uniones de tuberías, para que todo el circuito hidráulico se mantenga en condiciones óptimas.

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Limpiar paredes y el fondo de la piscina

Aunque un buen sistema de filtrado ayuda a mantener la calidad del agua, no es suficiente para eliminar toda la suciedad que se adhiere a las paredes y el fondo. Por ello, se recomienda pasar un cepillo o una aspiradora de piscina, por lo menos una vez a la semana, a fin de retirar las impurezas que se acumulan en zonas de difícil acceso.

La limpieza del fondo de la piscina y de las paredes también previene la formación de algas o manchas, garantizando una piscina más higiénica y estéticamente agradable. Además, puedes valerte de robots de limpieza automáticos que facilitan enormemente estas labores, especialmente si la instalación es grande.

Productos químicos y cuidado del agua

El uso de productos químicos resulta esencial para conservar el agua en buen estado. Además del cloro o el oxígeno activo, se emplean alguicidas y floculantes para eliminar algas y favorecer la precipitación de partículas en suspensión, respectivamente. No obstante, es imprescindible seguir las indicaciones del fabricante y controlar tanto los niveles de pH como la concentración de químicos para evitar reacciones adversas.

Por otro lado, es aconsejable programar una puesta a punto a principio y final de cada temporada de baño, revisando cada elemento de la instalación y efectuando un mantenimiento más exhaustivo. Esta labor previene problemas futuros y mantiene a raya la proliferación de microorganismos que pueden estropear el agua, las superficies o los equipos.

Ajustar la acidez o alcalinidad: claves para la salud del bañista

Mantener la acidez o alcalinidad adecuadas (entre 7,2 y 7,6) no solo salvaguarda la estructura de la piscina, sino también la salud de quienes la disfrutan. Un agua demasiado ácida puede generar problemas en la piel y en los ojos, mientras que un agua excesivamente alcalina provoca nubes blancas y reduce la efectividad de los desinfectantes. Por ello, es esencial comprobar el ph de manera regular y actuar cuando sea preciso para estabilizarlo.

Asimismo, un pH fuera de rango tiende a entorpecer la acción de cualquier tratamiento de choque, forzando a emplear más cantidad de desinfectante para lograr el mismo efecto, lo que encarece el mantenimiento y puede generar un exceso de sustancias químicas.

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Consejos para un mantenimiento adecuado y seguro

  • Planifica un calendario: Apunta las fechas para comprobar el ph, el nivel de cloro y limpiar paredes y el fondo.
  • Revisa el sistema de filtración: Asegúrate de que la bomba, el filtro y las tuberías funcionen correctamente, realizando inspecciones y limpiezas al menos una vez por semana o según el fabricante.
  • Almacenamiento de productos: Guarda los químicos en un lugar fresco y seco, lejos de la luz solar. Evita mezclar sustancias sin conocimiento, ya que podrían reaccionar y resultar peligrosas.
  • Renueva el agua: Si bien un sistema de filtrado adecuado y la química correcta mantienen el agua en condiciones, es recomendable renovar de forma parcial o total el agua cuando presente signos de deterioro significativo.
  • Supervisa la temperatura: El calor excesivo favorece la evaporación de químicos y la proliferación de algas, por lo que será necesario aumentar la frecuencia de revisiones durante el verano.

El mantenimiento de una piscina implica algo más que conservar el agua cristalina; se trata de procurar la seguridad y el confort de quienes la usan, además de prolongar la vida útil de la estructura y de los equipos. Desde asegurarse de que el ph de la piscina se sitúa entre 7,2 y 7,6, hasta efectuar un tratamiento de choque cuando surjan problemas de algas o bacterias, cada paso contribuye a que la piscina sea un lugar placentero. Asimismo, una limpieza regular de paredes y el fondo y un uso responsable de los productos químicos constituyen la base de un cuidado eficaz.

Al seguir estas pautas y programar tareas de mantenimiento constante, tu agua de la piscina lucirá impecable y garantizarás que todos los sistemas funcionen correctamente. No olvides realizar una puesta a punto al inicio y fin de cada temporada, y ajusta el nivel de cloro, los niveles de ph y el estado del sistema de filtración en función de las necesidades reales de la instalación. Con un poco de atención y disciplina, disfrutar de una piscina limpia y segura es absolutamente factible. ¡Tu esfuerzo se verá recompensado con horas de diversión y relajación en el agua!

Carmen Alcalde - Peluquera en La Paixarela

Comunicación EsMas Gestión Deportiva

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